La campaña de Atlético en condición de visitante es, hasta aquí, uno de los grandes interrogantes de 2025. Porque si bien el equipo que conduce Lucas Pusineri ha tenido momentos de buen fútbol y ha mostrado cierta evolución en el Clausura, los números crudos de lo que sucede fuera del Monumental hablan por sí solos: de 36 puntos posibles en 12 partidos disputados fuera de casa, apenas consiguió cinco, producto de una victoria y dos empates.

El contraste es evidente. En el Apertura, Atlético disputó ocho partidos en esa condición y apenas pudo ganar en el debut frente a San Martín de San Juan. Aquel 1-0 inicial había sembrado una expectativa diferente, pero con el correr de las fechas el equipo perdió consistencia. Más allá de algunas actuaciones con altibajos, sólo pudo rescatar un empate en Córdoba ante Talleres. El resto fueron caídas que comenzaron a moldear una estadística desfavorable.

En ese tramo, el poder ofensivo tampoco fue contundente: el “Decano” marcó cuatro goles en total (uno en San Juan, otro frente a Rosario Central en Arroyito, uno más contra Talleres en la sexta fecha y el último ante Platense en la fecha 11). Los tantos, aislados y espaciados, no alcanzaron para torcer resultados.

El Clausura trajo consigo un cambio en la imagen futbolística. Atlético mostró pasajes de buen juego, con partidos como los de Gimnasia en La Plata o frente a Newell’s en Rosario, en los que generó varias situaciones de peligro. Sin embargo, la historia volvió a repetirse: la falta de eficacia le impidió transformar el dominio en puntos. En lo que va del torneo, el equipo lleva cuatro presentaciones de visitante, con apenas dos goles a favor, ambos convertidos en el empate frente a Sarmiento en Junín.

La estadística global es elocuente: seis goles en 12 partidos de visitante; un promedio de 0,5 por encuentro. Cifras que explican por qué el equipo no logra dar el salto en la tabla.

La mirada de Pusineri

Consultado por esta falencia, el DT se mostró autocrítico y realista. “Hay que convertir y hay que traspasar la línea de la eficacia. A veces uno puede errar de manera voluntaria, por una intervención del arquero o por mérito del rival. Pero la falta de gol existe y es un aspecto que debemos mejorar”, reconoció.

El entrenador explicó que se trabaja en los entrenamientos para que las repeticiones se trasladen al partido, aunque no siempre se logra. “Eso es parte de la búsqueda de mayor eficacia a la hora de definir. A todos los equipos les cuesta, cada uno ve su propia película. Son rachas adversas que hay que vencer”, dijo.

En su análisis, agregó que más allá de la estadística, lo importante es sostener la competitividad. “Siempre pregonamos que el equipo sea protagonista. Ganar, siempre ganar, pero también hay que tratar de sumar donde toque estar. Muchas veces una expulsión, una lesión o una situación del partido cambia el rumbo. Lo esencial es que el grupo siga convencido de que puede competir en cualquier cancha”, señaló.

La deuda estructural del "Decano"

El déficit de visitante no es sólo una cuestión de goles, sino también de confianza y contundencia. Atlético ha tenido tramos de buen manejo de pelota, ha generado ocasiones claras, pero no logra transformar ese dominio en puntos. La consecuencia es que cada viaje fuera de Tucumán se convierte en un desafío doble: jugar bien y sumar.

La victoria frente a San Martín de San Juan, allá por la primera fecha del Apertura, quedó lejana en el tiempo. Desde entonces, el equipo no volvió a cantar victoria en tierra ajena y apenas pudo rescatar un empate en Córdoba y otro en Junín. El resto fueron golpes duros que lo obligaron a recuperar en casa lo que no consigue afuera.

El próximo reto será en Liniers contra Vélez. Y no será sencillo. El “Fortín” todavía no perdió en su estadio; suma cuatro triunfos y un empate, una fortaleza que lo posiciona como uno de los protagonistas del Clausura. Para Atlético, la cita representa una oportunidad para quebrar la racha y demostrar que puede competir contra un rival en alza.

La deuda está clara: hacerse fuerte fuera de casa. El déficit en el marcador explica en gran parte los escasos cinco puntos cosechados de visitante. Pusineri lo sabe y los jugadores también. Ahora, en la recta decisiva del torneo, cada partido en el interior del país o en Buenos Aires será una prueba de carácter. Porque si quiere pelear arriba, Atlético deberá, de una vez por todas, convertir sus buenas intenciones en victorias lejos de Tucumán.